Acaba de ganar tres Grammys y es simplemente Alexander Delgado, el mismo de siempre, aunque de maneras insondables (que únicamente conocen los elegidos) un lauro de esa magnitud cambia la vida de cualquier hombre común. "Lo más grande que le puede pasar a un artista en su carrera es ganar un Grammy, imagínate ganar tres de una vez".
No puedo imaginarlo, por más que en sus ojos se adivinen emociones. Puesto que, en ese sentido, la naturaleza no me dotó de las cualidades precisas, procuro desde sus palabras adentrarme en los complicados senderos que camina un simple mortal antes de convertirse en uno de los nombres obligatoriamente pronunciados cuando se habla de la escena mundial de la música urbana.
AD: Primero fui animador, en mi natal Alamar. Cuando estaba en los Camilitos fue que comencé a cantar, con mi primer grupo.
OC: ¿Quiénes fueron entonces tus paradigmas?
AD: Escuchaba mucho a los Van Van, también a la Charanga Habanera, a Manolín.
OC: … y en cuanto a influencias foráneas…
AD: A nivel internacional siempre lo que escuché fue música romántica.
OC: ¿Cómo surge el nombre Gente de Zona?
AD: Yo cantaba con un amigo que era menor que yo en cuanto a tamaño, entonces se me ocurrió ponerle al grupo De menor a mayor, pero ¡qué va!… no me funcionaba. Entonces se me ocurrió Gente de Zona.
OC: ¿Cuánto hay de ti respecto a ese Alexander del principio?
AD: Uno va cambiando, inevitablemente, porque la vida misma va girando. Yo sigo siendo el de antes desde el punto de vista del empeño que pongo en las cosas que hago. Tampoco he perdido la humildad, siempre me ha caracterizado.
OC: ¿Te parece que la música urbana va por buenos caminos?
AD: Yo creo que sí, se desarrolla bastante bien pero no se puede perder la perspectiva y lo digo en cuanto a los fans, porque hay algo que pudiera resultar contradictorio y cuando te conviertes en representante de la música urbana aumenta tu ego, inevitablemente. Algunos cantantes son muy buenos pero no saben poner el límite entre el trabajo y los problemas personales que puedan tener entre ellos, en ese sentido hay que tener mucho cuidado.
OC: Algunos dicen que eres muy divertido…
AD: Ellos tienen razón, me encanta divertirme. Pero siempre en las noches, por el día duermo. Me encantan las fiestas, creo que el whisky y las madrugadas han trabajado juntos para ayudarme a mantener mi timbre de voz, tan exclusivo.
OC: ¿Es cierto que le colgaste el teléfono a Enrique Iglesias cuando te llamó para que hicieran Bailando?
AD: Es absolutamente cierto. Yo estaba en Las Vegas en un compromiso de trabajo. Imagínate, me llama y me dice que era Enrique Iglesias. No me lo creí y le colgué el teléfono, luego recibí otra llamada, de mi representante, diciéndome que en efecto, Enrique estaba tratando de localizarme. Cuando volvió a llamar, lo primero que hice fue pedirle disculpas porque le había colgado.
OC: ¿Cuál fue tu participación en la composición de Bailando?
AD: Me alegro que me preguntes eso. Yo siempre aclaro que la autoridad de esta canción es en primer lugar de Descemer, luego de Enrique. Ellos tenían el tema más o menos terminado, se llamaba Química. Nosotros ayudamos a terminarlo y grabamos con Descemer, ahí es cuando Enrique lo vio y quiso hacer la otra versión.
OC: ¿Qué me puedes decir de lo que es el Premio Grammy, tras bambalinas?
AD: Es el tope de un músico, cuando ganas ese premio luego quieren conocerte en todas partes del mundo, te llaman todas las emisoras. Ahora también estamos nominados a Premios Lo Nuestro. Cuando estás simplemente en la lista de los nominados te percatas de que la competencia es fuerte, donde comienza el deber termina la amistad, en ese nivel no se juega, la gente cree en ti por lo que eres capaz de lograr. Por eso mismo la gente que sigue a uno coge lucha con lo que pasó aquí en Los Lucas. No te digo que Bailando tenía el premio de la popularidad porque de verdad que Los Ángeles son todo un suceso en el pueblo cubano, precisamente en cuanto a eso, a popularidad. Pero debieron inventar un reconocimiento para Bailando que, en mi opinión, fue algo único en el año 2014.
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